Siempre
se ha mencionado, o recordado, pero en los últimos tiempos parece
que llegan mas comentarios y adeptos a la idea de que la política
debería ser manejada y/o dirigida por las personas mayores, o mejor
dicho los jubilados.
El
termino “política” significa; manera de gobernar. Y
remontándonos a los comienzos de la utilización de este termino, en
Grecia, madre de la Política, podemos comprender la importancia de
ser gobernados por los “ancianos” del pueblo. Pero ya no solo en
Grecia, en todas las culturas anteriores a la implantación del
capitalismo como gobierno, la política era cosa de los ancianos del
lugar.
¿
Y el por qué de esto ? Es tan lógico y simple que es normal que
nos hayamos olvidado de ello ( los seres humanos tendemos a
considerar lo fácil y sencillo como poco apto o relevante y
viceversa ).
Observemos la vida del hombre ( termino genérico ) como si se tratara de las estaciones del año ( filosofía oriental ):
Primavera;
Primera etapa de nuestra vida, en ella nuestra primordial función es
la de crecer fuertes y aprender, somos esponjas, todo es nuevo y nos
va creando y formando como individuos. Se fortifican nuestras
raíces. Es de lógica comprender que en este momento no estamos
capacitados para gobernar, aunque en muchos hogares hoy el niño
manda y todo gira en virtud a sus deseos y mandatos...
Verano; Creo que todos conocemos cual es esta etapa en nuestra vida. Esos momento de mas fogosidad y más apasionados, en que hay que comerse el mundo o el mundo nos come, no importa el mañana. En este ardor de la juventud unos queman y otros son quemados. Claro esta con toda este fuego interno tampoco es el momento adecuado para poder gobernar, no es tiempo de política es tiempo de exploración y conquista, tiempo del esplendor de nuestras ramas.
Otoño;
La madurez, el otoño de la vida. El fuego menguo, es el momento de
parar, momentos de formar la familia, el asentamiento, y el momento
en que todos pensamos, ( esta es la clave ) en construir nuestro
mañana, o sea, enriquecernos, conseguir los bienes necesarios y no
tan necesarios para nuestro futuro y el de nuestros descendientes.
Tiempo en que las cosechas se recogen y guardan, llenamos los
graneros. Esto es algo innato en nosotros como individuos, de hay
que muchos al no conseguir en esta etapa lo estipulado como normal,
sean marginados o entren en depresiones profundas, como mínimo.
Pero la gran reflexión es; Si en esta etapa nuestro instinto
natural es el de “enriquecernos” ¿ Qué esperamos de las
personas que nos gobiernan en esta etapa de sus vidas?.
Invierno;
Tiempo de nieve, de pelo blanco, de reflexión, de vivir de lo
vivido. Los que llegan a esta etapa, los que sobrevivieron las demás
estaciones, saben por experiencia propia como conseguirlo. Han
aprendido a través de los años que es mejor o es peor, conocen el
camino, se abastecen de lo recolectado de lo aprendido, por lo que
pueden enseñar y esa es su función, la de enseñar a los demás.
En cambio como buenos hombres que somos, nos erguimos en dioses y
pretendemos tener la razón en todas las demás etapas, dejando en el
olvido el conocimiento que nos pueden aportar las personas que como
mínimo por su edad conocen más que nosotros. Sus miras ya no
están puestas en crecer, en conquistar o en enriquecerse, están
dirigidas a la introspección, a la meditación. La naturaleza se
prepara para una nueva etapa, aprendiendo de lo ya pasado, para
mejorar, aprender de los errores, y nutrirse, para recuperarse.
Estamos diseñados para en cada estación de la vida, vivir ese momento. Creo, mas bien estoy convencida, de que la “política” debería estar regida y en manos de las personas adecuadas para ello, es decir por los jubilados.
Es
muy triste ver como miles de personas llegan a esa etapa y su única
meta es la de morir, u ocuparse de sus nietos, cuando ya las fuerzas
no son las mismas y la mente requiere asentarse no activarse.
Mientras vemos como nuestra economía cae, los gobiernos son
corruptos y la esperanza de cambio es mínima...
No
se para vosotros, pero para mi esta claro.... Si nos remontamos
históricamente hasta los principios del hombre, comprobaremos que en
los momentos en que la humanidad fue más prospera y su
funcionamiento, a nivel social y económico, fue mejor, esta
intrínsecamente relacionada con gobernantes ya “jubilados”.
Si
todo nuestro poder estuviera invertido en una empresa, ¿Quién te
gustaría que la manejara? ¿ en que manos depositarias tu confianza
?;
¿
En una persona que su mayor deseo es el de jugar ?
¿
En una persona ardiente y pasional sin responsabilidad adquirida ni
deseada ?
¿
En una persona ambiciosa y temerosa, que su mayor deseo es el de
crear “su mañana” y asegurar “su futuro” ?
¿
O en la experiencia y la sabiduría de los conocimientos adquiridos
por haberlos ya vivido ?
¿
Por qué no dejar a cada cual su papel ? Cada cosa tiene su momento.
Y todos a la postre saldríamos ganando si lo meditamos con el
corazón y con el razonamiento más lógico.
Julia
Mª de las Viñas Martín Sánchez.